Un fuerte y unasedio. Dos flotas enfrentadas. Casacas rojas y revolucionarios. El nacimientode una nación entre la sangre y el dolor y la heroicidad y la locura… Pocasimágenes militares son más estremecedoras que la de un fuerte sitiado que debe - contra toda lógica y a toda costa - resistir. Bernard Cornwell seembarca en una de sus más extraordinarias novelas, al relatar la célebre
Expedición Penobscot del verano de 1779 en tierras americanas. Incluso si John
Moore, el héroe de la Guerra de la Independencia – sÃ, el de la campaña yderrota en La Coruña – no hubiera estado allÃ, este hecho de armas ocuparÃa unlugar de honor en la historia militar, pues fue el peor desastre naval quejamás sufrió Estados Unidos antes de Pearl Harbor. Con la ocupación de
Majabigwaduce, los británicos pretendÃan establecer una base naval que sirvierade refugio a los lealistas que huÃan de la persecución de los revolucionariosde las colonias americanas. Pero el gobierno de Massachusetts decidió entonces«capturar, matar o destruir» a los invasores, y para eso puso en marcha lamayor flota jamás reunida por los llamados 'rebeldes'. Aunque hay dudas acercadel número de embarcaciones que zarparon hacia el rÃo Penobscot (quizás unatreintena), fue la mayor flota reunida por los americanos durante la Guerra dela Independencia de los Estados Unidos, y aun asà una decena de barcos británicosal mando de sir George Collier consiguió destrozarla y capturar a más de 3.000hombres. Sin embargo, antes de la llegada de Collier, el fuerte construido porlos casacas rojas fue objeto de un inútil bombardeo constante que Cornwell haconvertido en una de sus novelas más intensas, coloristas y emocionantes.