Misuri, 1985. Para escapar de los problemas que tiene en casa, Sam, de apenas quince años, consigue un trabajo en un antiguo cine de la ciudad que le ayudará a mantenerse ocupado durante las largas horas del caluroso y tedioso verano. El destartalado cine y los jóvenes que en él trabajan harán que este sea un verano mágico y memorable. Sam conocerá el valor y el significado de la verdadera amistad, se enamorará y descubrirá los secretos de su ciudad. Por primera vez ya no se sentirá como un extraño obligado a pasar desapercibido. Pero en todo rincón idílico de la memoria, en toda época dorada siempre hay una mácula que nos recuerda que todo aquello no fue un sueño, y en el caso de Sam no será diferente. Algo lo hará crecer irremisiblemente y adentrarse en el mundo de los adultos. Esta es la historia de Sam y el verano que nunca olvidó.