Ella no era una delincuente... hasta que apareció la policÃa con pruebas irrefutables y con las esposas.
SÃ, Shelby Jacobs habÃa sido detenida por tráfico de armas, pero lo único que ella sabÃa era que su jefe era un cretino. Otro trabajo temporal no iba a darle el dinero suficiente para pagar la fianza... ni para contratar a un abogado decente. Afortunadamente, el socio del prometido de su compañera de piso podÃa llevar el caso. El problema era que los sentimientos que Dallas Williams iba a despertar en Shelby eran bastante indecentes. Además sabÃa que jamás encajarÃa en el estructurado mundo de Dallas.
Pero tenÃa que saldar la deuda que tenÃa con él, asà que aceptó un trabajo en su bufete...