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Los que cambiaron y los que murieron de Barbara Comyns

de Barbara Comyns - Género: Drama
libro gratis Los que cambiaron y los que murieron

Sinopsis

El verano de 1911 se promete feliz para los habitantes del condado de Warwickshire. Nadie se imagina que una misteriosa epidemia está a punto de partir la comunidad en dos: los que cambiaron y los que murieron.

Un episodio de resonancias bíblicas preludia la catástrofe por venir: el río se desborda, anegando los campos y trayendo el caos a la ya de por sí caótica vida de la familia Willoweed. Los patos nadan a sus anchas por el caserón inundado, cerdos sin vida flotan a la deriva y el viudo Ebin y sus hijas, Emma y Hattie, navegan en un bote de remos por el jardín sumergido. Mientras tanto, las sirvientas hacen lo posible por restaurar el orden doméstico y la abuela Willoweed, tiránica y sorda como una tapia, se viste de gala para celebrar su cumpleaños. A la destrucción natural le sigue una serie de calamidades, muertes y suicidios que parecen fruto de un apocalipsis planeado más que del azar.

El periódico local titula: «¿Quién será la próxima víctima que se cobrará esta locura letal?». La búsqueda de una explicación a la epidemia convierte al panadero en chivo expiatorio y despierta los más bajos instintos de los parroquianos. Hay quien ve en la nueva situación una oportunidad para pescar en río revuelto. Es el caso de Ebin, que se apresta a retomar su truncada vocación de periodista, aun a costa de contribuir al pánico con el sensacionalismo de sus titulares, sin sospechar que la epidemia no tardará en llamar a su puerta.

Los que cambiaron y los que murieron fue prohibida en Irlanda por la crudeza de sus imágenes cuando se publicó en 1954. No se nos ocurre mejor elogio que la censura para esta tragicomedia en la que Barbara Comyns plasma los efectos de la catástrofe sobre una comunidad y demuestra una sensibilidad asombrosa para captar la fuerza a un tiempo edénica y aterradora del mundo natural.


Me ha costado mucho puntuar este libro y estoy casi segura de que cambiaré de opinión. al terminar tuve esa sensación de ha estado bien? next!, sin embargo, creo que no se quedará en eso, un poco como me pasó con otros, como El gran Gatsby, es un libro de los que no te impresionan de primeras pero que vuelven cada cierto tiempo a mojarte los pies, como las mareas. Sé que volveré a pensar en la familia Willoweed, en el médico, el panadero, el carnicero o el pobre señor Toby. Son personajes caricaturizados a veces hasta el extremo, pero que representan aquellos detalles humanos que la autora pretende resaltar. Gente asediada por sí misma y su forma de ser y actuar, pero que no puede cambiar o ni siquiera es capaz de ver que lo necesita. Me gusta especialmente la relación entre la familia protagonista por su disonante simpleza. Se alejan de la típica descripción de familia, llegando a ser poco más que gente que debe soportarse atrapada bajo el mismo techo y circunstancias variadas. Este tipo de hogares suelen describirse como complejos, dignos de compasión, pero puede ser algo bien sencillo y la autora lo presenta de la mejor manera, sin que parezca que está hablando de eso en ningún momento. Así llego a mi segunda cosa favorita del libro: los temas tratados y como los camufla. Este pequeñísimo pueblo de Inglaterra va a ser asolado por una enfermedad contagiosa, pero no parece más que la escusa para conducirnos una y otra vez a la gente. Gente que teme al futuro y lucha contra el presente, ya sea por amor al pasado o por aversión a él. Gente que, sin embargo, terminará por adaptarse o perecerá; y poco importa cuál de las dos cosas ocurra porque si las personas no son resilientes, el pueblo si lo es. La sociedad lo es. Inglaterra prevalece. Con ese pensamiento terminé la última frase de la última página y con esa idea, y muchas otras me quedo.
Los que cambiaron y los que murieron, Barbara ComynsDespués de Y las cucharillas eran de Woolsworths, he leído mi segundo Bárbara Comyns con auténtico deleite. Comyns es atípica, en sus temas y en su escritura. Sólo con ver sus variopintas profesiones se sabe que estamos ante una mujer que no hay que perderse. Fue, entre otras cosas, vendedora de coches antiguos, cocinera o criadora de caniches. Pero ante todo una artista, de cuyos primeros años de madurez vemos detalles en Y las cucharillas eran de Woolsworths, de la que dejé reseña hace poco.En esta novela, durante el verano de 1911, los habitantes del condado de Warwickshire van a enfrentarse a su propio apocalipsis. Tras una inundación que anega casas, cultivos y jardines, lo peor está por llegar; una extraña epidemia traerá muertes escabrosas y terribles suicidios. Y como protagonista Ebin, un hombre que aprovechará la situación para retomar con salvaje sensacionalismo su carrera periodística, contribuyendo a multiplicar el caos y pánico general. Todo con un objetivo, recuperar su independencia y escapar de su madre, una anciana déspota y maltratadora, que somete a su hijo, sirvientes, doncellas y nietos , los cuales buscan a diario escapatoria de todas las formas posibles. Muy fan del jardinero y sus meditadas coronas mortuorias.Una novela inquietante, pero con un tono de comicidad negra, que es el toque distintivo y más valioso de Barbara Comyns.
Los que cambiaron y los que murieron, escrito por Barbara Comyns, nos cuenta cómo los habitantes de Warwickshire se tienen que enfrentar a una extraña epidemia que parte la comunidad en dos: los que cambian y los que mueren. Seguro que la editorial Gatopardo no podía imaginar, cuando empezó a editar esta obra, que al publicarla tendría un nuevo significado para todos nosotros. ⁣ ⁣ Como si de un presagio bíblico se tratara, una inundación en un tranquilo condado de la campiña inglesa precede a una plaga que provoca la muerte de muchos de sus habitantes entre terribles dolores, alucinaciones, convulsiones y una sensación de calor abrasador. La macabra descripción de estas muertes hizo que esta novela fuera prohibida en Irlanda cuando se publicó en 1954. ⁣ ⁣ Lo cierto es que, incluso vista hoy en día, resulta inquietante la forma en que la autora cuenta estos hechos, al introducir imágenes terribles, como el autodegollamiento del carnicero, en una novela que, la mayor parte del tiempo, parece una historia juvenil sobre la vida en el campo y la convivencia de una extravagante familia. Por ello, no es de extrañar que Comyns haya sido comparada con Shirley Jackson (La Maldición de Hill House), ya que ambas autoras sabían contar mejor que nadie el horror que hay detrás de lo cotidiano. ⁣ ⁣ Y a pesar de ese horror, Los que cambiaron y los que murieron no es una obra que provoque desagrado; de hecho, es fácil disfrutar de su humor negro y de la forma en que los ingleses se enfrentan a la tragedia. Porque la ironía llega, incluso, hasta el título, ya que los supervivientes no cambian realmente, siguen siendo igual de egoístas y, pasado el primer impacto, continúan con su vida como si nada hubiera ocurrido. Parece que Comyns conocía la naturaleza humana mejor que todos los que llegamos a pensar que después de una epidemia global el mundo podría cambiar a mejor.⁣ ⁣ Enlace: http://aliciamedinazurita.es..