El caso parecÃa bastante sencillo. ELseñor Blanco, que apareció un dÃa repentinamente, cuando en la vida del detective Azul parecÃa que ya nada iba a cambiar, querÃa que Azulsiguiera a un hombre llamado Negro, que lo vigilara sin pausa todo el tiempo que hiciera falta. Azul necesitaba un trabajo y no hizo demasiadas preguntas, aunque sospechara desde un principio que Blanco no era el hombre que decÃa ser. Lo que el detective no sabÃa era que el caso durarÃa años, y que cuando desvelara el misterio, o le pusiera un final, si es que a aquello puede llamársele un final, lo que descubrirÃa serÃa quizá su propio misterio, lo que atisbarÃa serÃa su propio final... Situada entre los laberintos detectivescos de Chandler y los páramos existenciales de Beckett, Fantasmas comienza con todos los requisitos de una novela policÃaca, pero adquiere muy pronto,y sin perder nada de su suspense, una dimensión metafÃsica. Y el lector se desliza de un misterio policÃaco a un enigma metafÃsico, de la pregunta «¿quién es el culpable?», a otra mucho más difÃcil de responder, «¿qué es ser culpable?» Segundo relato de la conocida "TrilogÃa de Nueva York", tras "Ciudad de cristal".