«Desde el exilio afgano, hace ya más de treinta años, hasta sus dibujos caligráficos más recientes, el cálamo de Rahimi deambula y danza con maestrÃa en cada una de las páginas de este libro».
Le Monde
«He hablado mucho de mi tierra natal, de las mujeres condenadas, de la guerra que se llevó a mi hermano y dispersó a mi familia por todo el mundoÂ… Pero nunca he evocado mi exilio. En cuanto me dispongo a describirlo me descubro desvalido, mudo, como frente a un agujero negro. El exilio es un camino sin retorno. Una vez en él, ya no podemos abandonarlo. Nos convertimos para siempre en una criatura errante, estamos tejidos de otros lugares. Yo soy como la calimorfa, esa mariposa migratoria de alas negras con rayas blancas que, tras abandonar la crisálida, está condenada a volar dÃa y noche».
A través de sus recuerdos y sus reflexiones, de sus poemas y sus caligrafÃas, Atiq Rahimi nos propone en La balada del cálamo un Ãntimo y personal autorretrato, una lÃrica meditación sobre la deriva de nuestras vidas al suspender cruelmente el poderoso vÃnculo que las une a la tierra natal.