Paso un fin de semana verdaderamente agradable con las cinco piezas teatrales que, con motivo del centenario del nacimiento de Arthur Miller, Tusquets ha reunido en un sólo volumen. Así, "Todos eran mis hijos", "Muerte de un viajante", "Las brujas de Salem", "Panorama desde el puente" y "Después de la caída", me permiten disfrutar gracias a su formato y al experto hacer del autor en el manejo de un estilo llano, en el empleo de la cursiva, en las depuradas caracterizaciones de los personajes, en las apabullantes descripciones de sus movimientos, pensamientos y actitudes, de unas brillantes obras teatrales con una gran carga dramática, en las que, influenciado lógicamente por la caza de brujas de que fue objeto por el senador republicano Joseph McCarthy, el escritor nos plantea el constante dilema de enjuiciar conductas que sabemos censurables pero que difícilmente podemos condenar sin reservas. Estas conflictivas relaciones entre padres e hijos, y entre maridos y mujeres, oportuno reflejo de la sociedad contemporánea, me han resultado apasionantes, intensas y emotivas. De 9

Autor del comentario: AMAYA PUJANA LEVY
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