La galerna arreció durante todala noche para amainar a la madrugada y aplacarse del todo a media mañana. Elmar recuperó su azulada transparencia y el sol luchó con sus cálidos rayospara entibiar la fresca brisa. Y durante tres dÃas consecutivosel “Aquilón” surcó en todos sentidos los parajes por donde el Pirata NegrosuponÃa que la corsaria bretona podÃa haber buscado un refugio contra lagalerna. Elveloz velero contorneó los islotes, y los vigÃas oteaban los más recónditosrecovecos de las dentadas costas. Durante su infructuosa búsqueda de las velas ygallardetes del bergantÃn bretón, los ojos del Pirata Negro se dirigieronvarias veces hacia la gran isla que flotaba a lo lejos como una inmensa y verdeesmeralda engarzada en lÃquida montura azul...