El hecho de que al tÃtulo de este libro, Nicodemo, lo acompañe el subtÃtulo tragedia puede, quizás, sugerir a algún lector algo asà como un intento de recreación de lo que tradicionalmente se entiende por «Tragedia griega». Es evidente que no es éste el caso, puesto que nadie es capaz de «saltar sobre su propia sombra». Si en algún momento Nicodemo, como tragedia, rozase la «altura» literaria de aquélla, lo harÃa por ser, sencillamente, una tragedia moderna.