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Armand el vampiro de Anne Rice

de Anne Rice - Género: Fantástico
libro gratis Armand el vampiro

Sinopsis

En esta entrega Anne Rice nos ofrece la historia de Armand, el eterno joven, el agraciado muchacho con cara de ángel de Boticelli, que apareció por primera vez en la ya clásica Entrevista con el vampiro. Ahora acompañamos a Armand a través de los siglos desde el Kiev de su infancia, pasando por la antigua Constantinopla hasta la Venecia del Renacimiento.

A medida que la novela avanza por escenarios de lujo extravagante unas veces, de decadencia absoluta otras, Armand desvela los detalles de su turbulenta existencia.


Aviso: puede que cierta información sea spoiler, considerando que es el sexto libro de una saga. La sensación de terminar un libro y dejarlo a un costado con total indiferencia me desespera. Es horrible. Y si ya desde el principio una historia que se menciona al pasar me interesa más que los hechos principales, entonces hay un problema grave. Si bien Armand el vampiro no es un completo desastre (siempre me pregunto si un libro bien escrito merece ese trato), tiene ciertos elementos que lo llevan al borde. La historia empieza en donde terminó el libro anterior. Lestat está incapacitado para hablar (no diré el motivo) así que, como consecuencia lógica, alguien tendrá que hacerse cargo de la narración de estas crónicas. Hubiera deseado que no fuera Armand. Cuando David Talbot le pidió que contara su historia, tuve ganas de callarlo, porque imaginé qué vendría después. ¿Qué encontré a favor para calificar con dos estrellas? Rice sigue escribiendo bien y eso no puedo ignorarlo. Se nota el esmero en la narración (aunque hallé un par de contradicciones), el conocimiento, la preocupación por construir buenos escenarios, buenos climas y diálogos profundos, a pesar de que a veces suenen demasiado ficticios. Los pocos momentos en donde aflora lo vampírico provocan una delicada repulsión, si acaso eso es posible. Lo único que había llamado mi atención había sido Kiev y la mención a su historia y a la literatura rusa. También me agradó el repaso que Armand hace de los principales vampiros de la saga porque era útil y estuvo muy acertado en las descripciones. Y acá viene la parte de la reseña que me gustaría que no existiera. Estaba ansiosa por saber más sobre la relación entre Marius y Armand porque el primero es uno de mis personajes favoritos, y me decepcioné mucho. Los vínculos enfermizos abundan en esta saga y tal vez algunos se justifiquen porque son vampiros, pero todo tiene un límite. Lo peor de todo fue sentirme incómoda con el género, porque creí que estaba leyendo otro. La histeria de los personajes me resultó insoportable y si en esas situaciones hubo algo trascendental, yo no lo noté. Me pareció una relación muy artificial y repleta de peleas infantiles. Además, la inclusión del discurso religioso desviaba las escenas a tal punto de volverlas extremadamente confusas y pesadas. Es muy difícil sostener un buen ritmo de lectura cuando la gran mayoría del libro se basa en una sucesión de sueños y visiones que no atrapan.En resumen, Armand el vampiro tenía un potencial que se vislumbra un poco en el último tercio del libro y que se perdió previamente entre los lloriqueos del protagonista y los divagues interminables de su narración. Espero que la próxima vez que David Talbot invite a alguien a hablar, elija mejor. Es una saga demasiado extensa como para dejar al lector exhausto en la mitad.
Me gusta mucho como escribe esta autora y siempre disfruto leyéndola, pero hay un par de aspectos que me gustaría comentar sobre este libro en particular que lo han catapultado simplemente a las 2 estrellas. Al principio me sorprendió que el contenido erótico es mucho más acusado que en los libros precedentes de las Crónicas Vampíricas, si bien esto no lo suelo ver necesariamente como defecto, en este caso ha hecho un uso tan profuso de ello que la historia en sí misma llega a verse relegada a un segundo lugar. Cosa que ya no me hace tanta gracia. Aún así, me estaba gustando el libro. Hasta llegar a la tercera parte del mismo. En ésta, se vuelve repetitivo y altamente religioso-devoto. Estamos hablando de un libro sobre Armand, sí, pero aún así algunos capítulos son demasiado religiosos para mi gusto, incluso llegaban a recordarme sermones. Eso acaba chafando bastante el relato que, en esta parte, avanza a una velocidad más lenta. No esperaba encontrarme esto en libros de esta autora siendo sobre vampiros. En fin, salvando este par de asuntos, como siempre, ha sido un placer leer a Anne Rice. No pensaba escribir crítica sobre este libro, pero bueno, supongo que no he podido resistirme.