Cuando terminé A fuego lento, mi segunda novela romántica, tuve la sensación de que a Emma y a Guillermo les faltaba algo más, una especie de epÃlogo. Después de todo, los dos pasan por momentos muy difÃciles a lo largo de la novela, asà que al final no he podido resistir la tentación de invitaros a su boda. Emma y Guillermo llevan meses viviendo juntos y, aunque a ella todavÃa le cuesta un poco confiar en sus sentimientos, él está dispuesto a todo para demostrarle que lo suyo es para siempre.