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Lo primero que nos encontramos al abrir el libro es una declaración de la autora en el que nos habla de dónde surge la necesidad de escribir esta novela, con estos relatos de cada una de esas seis mujeres que hablan de sí mismas y de su vida. El feminismo es algo que ahora está en boca de todos y a veces una texto no nació para revindicar nada, solo para mostrar, pero el cómo la reciban los lectores es lo que le aporta el valor que tiene, o al menos eso pienso yo. Os digo esto porque la autora nos explica que ella no pensaba que su novela fuera a provocar cierta polémica en torno a si el libro es feminista o no, porque no lo buscaba. Hay un momento en el que la autora define su libro como una novela de sentimientos, y tiene razón, eso es justo lo que. Además, coincido con ella en que, independientemente de la raza o condición, todos, hombres y mujeres, sueñan lo mismo, lo único que cambia son las prioridades. La novela comienza a partir de una huida de una mujer de 45 años, Akhila, trabajadora, que vive con su hermana, está soltera. Todo esto implica mucho para ella; muchísimo, es casi lo que cree que la define. Esa huida, o viaje, se va a realizar en un tren, en el que solo quedan billetes en segunda, en el vagón exclusivo para mujeres. En este vagón, rodeada de otras mujeres, todas indias, de diferentes edades y condiciones, ella siente que puede ser sincera compartiendo con ellas la duda que tiene de si una mujer puede vivir sola, sin necesitar a un hombre; no le preocupa el matrimonio, solo quiere saber si una mujer es capaz de vivir sola. Akhila no sabe dar respuesta a eso por sí sola y necesita que la ayuden, y así se lo manifiesta. Cada una de las integrantes de este vagón, de formas muy distintas, irá compartiendo su historia, la suya propia, personal, que es solo suya pero que podría ser de otras muchas, de otros muchos lugares, momentos o culturas.Son relatos unidos por un oyente común, que es Akhila, pero no deja de ser la vida de la mujer en diferentes situaciones, cada una con sus sueños, sus anhelos, con su educación, su cultura, y, en muchos casos, con su condiciones de seres inferiores. Habla también de cómo se relacionan las mujeres entre sí: mujeres de distintas edades y épocas, como puede ser una nieta con su abuela, una madre con una hija, una nuera con una suegra; el cómo ven esas mujeres su pequeño mundo y cómo se lo cuentan a otras mujeres con esa condiciones de que solo ellas pueden llegar a entenderlo.A pesar de todas esas historias, el centro de esta novela es Akhila. Ella se siente perdida, vacía, ninguneada por todo y todos, aburrida, cobarde... son sentimientos tan comunes y tan reales que este libro consigue que pienses y que empatices con ella (y ellas, en cierta medida). He tenido la sensación de que todo lo que giraba en torno a Akhila era negativo para ella, y no sé si es porque es el centro de la historia o si realmente es así. Es como una mujer a la que se le ha escapado el control de su vida, lo que impregna todo de tristeza. de ahí se comprende que ella busque y haga ese viaje para encontrar, o para encontrarse, depende de cómo miremos la historia.Es un viaje real, porque hay un viaje en tren acompañada por distintas mujeres de diferentes edades, y un viaje interno, hacia el encuentro de la fuerza que tenemos dentro y que nos puede llevar a hacer lo que realmente queremos hacer. Tiene una parte de costumbrismo, pero no desde el punto de vista de la vida en una casa, sino más por la vida de las mujeres en una sociedad como la india. de una manera inteligente, la autora no intenta explicar ni desarrollar cómo es esa vida ni cómo son las tradiciones, sino simplemente las pone ahí, las normaliza dentro del texto, favoreciendo nuestra cómoda comprensión. La soledad es una palabra importante en toda esta historia; la soledad de la mujer en lo que se refiere a su pensamiento propio, interior. Nos muestra diferentes tipos de mujeres, algunas felices con lo que tienen o son y otras no tanto. Para mí ha resultado una lectura narrativamente interesante, más por el contenido que por la forma. Es verdad que el hilo argumental a veces se dispersaba, no porque la autora no haya sabido encauzarlo sino porque la historia era así e implicaba dividir nuestra atención, de forma focalizada, en distintas historias que se plasmaban de golpe pero sin intercalarse, y todo para llegar a entender el porqué de ese final (maravilloso, para mí). Asumo que quizá para una mujer india, que tiene más interiorizado muchas de las limitaciones de las que se habla en esta novela, ese final sea todavía más sorprenderte, mientras que para alguien como yo, que se ha criado en una sociedad muy diferente, no lo es tanto.He viajado por la India, no he visto paisajes, pero he percibido, en cierta manera, olores y he visto comida, con sus sabores y sus porqués, de ahí que al final de la novela estén plasmadas las recetas de muchos de los platos (¡qué importante es y ha sido la comida para las mujeres como medio de relacionarse, como entorno, como familia, como medio de expresión!). No he llorado, aunque me hubiera gustado porque creo que para mí esta historia me lo pedía, pero sí he llegado a sentir penar y dolor, e incluso desesperación, para también sentir fuerza y determinación ante el peso de las decisiones. Enlace: https://millibrosenmibibliot..

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Nos situamos en una estación de India, en Bangalore, Akhila, una mujer soltera de cuarenta y cinco años está a punto de realizar su gran sueño: subirse sola a un tren hacia un lugar lejano. En el tren coincide con cinco mujeres con quienes comparte pronto una íntima confianza: una madre confundida, una profesora de química casada con un hombre tiránico, una perfecta ama de casa que busca su identidad, una mujer cuyos sueños e inocencia se rompieron y una adolescente que parece comprender mejor que nadie lo que ellas buscan.Al calor de las confidencias susurradas durante la noche, Akhila intenta encontrar respuesta a lo que le ha preocupado desde siempre, los mismos dilemas que definen el viaje que cada mujer emprende en la vida.La autora de El vagón de las mujeres es Anita Nair, nacida en Kerala, India, actualmente vive en Bangalore. Se licenció en lengua y literatura inglesa. Trabajó de publicista y periodista antes de dedicarse a la literatura. Con su libro El sátiro del metro obtuvo gran éxito entre crítica y el público, pero ha sido con El vagón de las mujeres con el que ha tenido un gran éxito internacional.Duomo también ha publicado otras obras de la autora India, como son: Mitos mágicos de la India, Lecciones de olvido y El corazón es un lugar feroz. Anita Nair es también autora de ensayo, poesía, libros infantiles, literatura de viajes, crítica gastronómica y obras de teatro.El libro está editado en su colección Duomo Nefelibata, donde nos presenta el libro con una edición de 313 páginas en las que descubrimos seis mujeres y seis destinos distintos, seis vidas y seis sueños que nos cautivaran y nos acercaran a un mundo que muchas desconocemos.Al final del libro podremos encontrar un recetario de comida India muy interesante, con algunos de los platos que se nombran en el libro y más, que seguro pueden saciar a todos los que nos atrevemos con las recetas de otros continentes.En El vagón de las mujeres descubrimos una novela intensa y llena de detalles culturales, unas historias fuertes, que dan vida a los pensamientos, deseos y dudas de la vida cotidiana. Un libro en el que se desvelan anhelos y pasión. En la que descubrimos de la mano de su autora la voz más interesante de la literatura India actual. Enlace: http://lapetitallibreria.blo..

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En la estación de Bangalore, en la India, Akhila, una mujer soltera de cuarenta y cinco años, de la que siempre ha dependido su familia, coge un tren que atraviesa la India hacia el sur, con la intención de hacer aquello que lleva posponiendo toda una vida: Encontrarse a sí misma. Con ella viajan otras cinco mujeres indias, con las que comparte confidencias: Janaki; una anciana felizmente casada; Margaret, una profesora de química cuyo marido es un hombre déspota; Prabha Devi, una esposa abnegada que busca su verdadera identidad; Sheela, una adolescente de catorce años que comprende mejor que nadie los últimos deseos de su abuela; y finalmente Marikolanthu, la que tiene la experiencia de vida más trágica. .Anita Nair nos permite en El vagón de las mujeres, viajar en tren junto a estas seis pasajeras, cuando todavía en la India las mujeres viajaban en vagones separadas de los hombres. A través de ellas, vamos conociendo de una manera fresca y fluida, cómo es la vida en la India actual, sus costumbres, su gastronomía, y la dura vida de la mujer en ese país. Me ha gustado mucho, y la considero una opción ideal para acercarse a esta cultura, que para mí era tan desconocida.