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Vida de Guastavino y Guastavino de Andrés Barba

de Andrés Barba - Género: Otros
libro gratis Vida de Guastavino y Guastavino

Sinopsis

En 1881, sin hablar una palabra de inglés y con cuarenta mil dólares procedentes de una estafa de valores, el arquitecto valenciano Rafael Guastavino viaja a Nueva York con intención de patentar allí la técnica medieval de la bóveda tabicada. Pero ese accidentado viaje –que culmina en su participación en edificios tan emblemáticos como Grand Central Station, la catedral de Saint John the Divine o el puente de Queensboro– es algo más que la enésima versión del cliché del «sueño americano». Guastavino es la demostración palpable de hasta qué punto una identidad arquitectónica nacional puede nacer de un modo completamente aleatorio e inesperado.

Andrés Barba recupera aquí toda la audacia y libertad narrativa de maestros del género biográfico como Aubrey, De Quincey, Schwob o Borges en una obra de no ficción especulativa acerca de la identidad, las dificultades de la paternidad y, sobre todo, de los difusos límites entre la narración histórica y la mera ficción a la hora de construir nuestros ídolos nacionales.


Sin duda, lo bueno, si breve, dos veces bueno. En esta magnífica lectura se cumple, porque 102 páginas convierten esta historia en un pequeño tesoro, donde, a medida que vamos leyendo, vamos conociendo a Guastavino y a Guastavino (padre e hijo) y su indiscutible huella en la Nueva York actual, al menos en lo que a arquitectura se refiere. Yo no había oído hablar de Guastavino hasta que tuve este libro entre mis manos. Os recomiendo que pongáis el hashtag #guastavino en Instragam, para poder deleitaros con las imágenes de estructuras, de arcos, de cúpulas, a las que hace referencia lo que se ha llamado en Estados Unidos estilo guastavino. Dejando a un lado el valor visual y arquitectónico, en estas páginas vamos a leer el camino que recorrió Rafael Guastavino desde Barcelona, huyendo con alevosía, por así decirlo, hasta Nueva York, llegando como inmigrante y asentando su trabajo allí, no sin antes pasar por ciertas calamidades. También está muy presente su trabajo en ciudades a lo largo de toda la geografía estadounidense, donde llegó a tener doce oficinas por todo el país, con 24 patentes de construcción.Justo hace cinco minutos, hablaba con una amiga, a la que le he prestado el libro, y me decía, sorprendida, lo desubicada que estaba con el tono utilizado en el texto para contar lo que hace y deshace Rafael Guastavino. En una entrevista escuchada en la radio, el autor hablaba del carácter picaresco de este personaje, que además de «pillo» y «avispado», era capaz de venderle hielo a los esquimales o un sistema revolucionario de construcción de arcos, ya utilizado en Europa siglos antes. Me ha parecido un texto muy especial, a través del cual el propio autor se dirige directamente al lector, contando la historia de Guastavino padre y Guastavino hijo, a veces inventándosela, como dice él, y otras haciendo referencia a hechos reales. El autor imagina, intuye, y lo cuenta todo de una manera fluida y entretenida, y con mucha implicación por su parte. Este tono que el autor imprime al texto viene en relación con lo que él piensa que era el carácter de Guastavino, con esa manera positiva de verlo todo, de avanzar, de no flaquear ante las adversidades, que las hay, y muy complicadas. El libro se disfruta casi como una hoja de ruta marcada para presentar a este personaje, desconocido hasta ahora: nos habla de su vida, de su proeza, de su engaño, de sus ideas, de sus objetivos y de sus consecuciones. Paseas por sus páginas con humor y comodidad, incluso te ríes, o al menos sonríes, y todo sin dejar de sorprenderte por no haber oído hablar antes de este hombre, tan presente en la arquitectura civil de Nueva York, convirtiéndola en una seña de identidad fundamental de la ciudad.Es un texto no libre de juicio; pero es, también, sin duda, una conversación compartida. En él, se recitan dos vidas, como si fuese una, dejando ver a un Guastavino (Rafael) y a otro Guastavino (Rafael Jr.). No idealiza pero sí inventa, a la vez que nos habla de la realidad que conoce de ambos personajes. Para mí, esto es el gran valor de este libro, esa forma, a veces cómica, a veces realista, a veces crítica, con la que el autor comparte con nosotros quiénes fueron Guastavino y su hijo, y cuál es el legado que dejaron.El hecho de que, de vez en cuando, utilice el autor la primera persona del plural hace que se mimetice con el lector, entendiendo así las dudas, carencias y argumentos que este podría tener ante el texto. Guastavino y Guastavino son dos personajes que acabaron, en cierta manera, unificándose en uno solo, ya que la «marca» superó a la persona.Me ha parecido una lectura atrevida, divertida, corta, sencilla y narrativamente muy enriquecedora, que con pocas palabras me ha traslado a ese viaje de finales del XIX, a las penurias de una ciudad que engullía a los miles de inmigrantes que a ella acudían, mostrándome ese «sueño» que, en este caso, sí se consigue.Al final, he terminado este relato convencida de que me han contado una verdad desde la mentira, o una mentira desde la verdad, lo que forma parte de la maravilla de la literatura. Guastavino y Guastavino existieron, llegaron, lucharon, pelearon, crearon e hicieron mucho más de lo que este texto expone, pero hay que suponer que la finalidad del mismo era esbozar, porque a veces con eso es más que suficiente para conocer. Enlace: https://millibrosenmibibliot..
Rafael Guastavino, arquitecto valenciano, viaja a Nueva York con el fin de patentar la bóveda medieval tabicada. Un viaje pretensioso que acaba convirtiéndose en un claro ejemplo de cómo las señas de identidad nacionales van siendo construidas de forma espontánea, aleatoria e inesperada. Bajo este pretexto, Andrés Barba nos presenta una biografía del arquitecto y de su hijo, que se nos muestra desde un primer momento como lo que es, la novelización de una vida. El autor aúna las fuentes documentales sin recurrir al falso histórico, reconstruyendo la trayectoria del artista, de modo que podamos conocerle, tenerle simpatía (o no) y disfrutar de su vida y obra. Es destacable la capacidad del escritor para convertir la vida de Guastavino y Guastavino en algo entretenido, libre de conjeturas (ya que a lo largo de la novela aborda los pasajes más fantasiosos de un modo que no conduzca a error en el lector) y didáctico (los términos arquitectónicos se explican con sencillez, de modo que es fácil imaginar las construcciones y se entiende la trascendencia de sus hazañas). Todo ello narrado con un fuerte lirismo que convierte la lectura en un verdadero placer. En definitiva, en esta obra encontramos un género que debería sentar precedentes, una historia humana donde aprendemos sobre el artista pero no sobre el genio, una vida real y con la que puede empatizarse; un género que se aleja de la idealización del artista y su despersonificación, factores que a menudo dificultan el acercamiento al arte de aquellas personas no formadas en el campo. Lo único que he echado en falta ha sido un anexo de imágenes o alguna ilustración entre los capítulos que me acercara a los edificios, al menos los más emblemáticos, que se mencionan en el texto.
Esta pequeñísima novela (la más corta que leo desde hace tanto que ya ni recuerdo) de apenas un par de páginas más allá de la centena, nos relata la vida de un personaje muy peculiar; bueno, dos personajes ciertamente; los cuales, a pesar de que el autor juega con un lenguaje que nos puede hacer pensar que es pura ficción, fueron personajes reales y muy importantes para la arquitectura estadounidense, dando nombre incluso a un estilo arquitectónico. Guastavino padre es un arquitecto que se ve obligado a salir de Barcelona con una gran cantidad de dinero y decide llevar al joven país americano donde recaba un estilo de bóveda que no es sino una copia de lo que se usaba en la edad media europea. Con grandes tintes de comedia, ironía y picaresca, el autor, con una agilidad pasmosa que hace que el libro vuele de un plumazo entre nuestras manos, nos cuenta la vida de este hombre y de su hijo, que seguirá sus pasos, y de cómo llegaron a convertirse en gente de renombre en cuanto a la arquitectura del país. Resulta a veces difícil deslindar entre lo puramente biográfico y la ficción, pues el autor nos lo deja también claro al comienzo del libro cuando se dirige a nosotros en primera persona, momento en el que nos dice que ha mezclado un poco de los dos géneros. Y es que este libro se puede leer de las dos formas: o metiéndote totalmente en la vida de un personaje totalmente desconocido (por lo menos en lo que a mí respecta) pero real, para quedar sorprendido por eso precisamente, el que haya pasado tan desapercibido en nuestra historia o cultura popular; o también como una pequeña novela de ficción, de tono picaresco y superación. Enlace: https://elcitricondislexico...