La dramática huida de última hora de Sigmund Freud a Londres tras la anexión alemana de Austria y el grupo de amigos que la hicieron posible.
En marzo de 1938, los soldados alemanes cruzaron la frontera con Austria y Hitler hizo realidad su deseo de anexionar el paÃs al Tercer Reich. Ante estos acontecimientos, muchos judÃos habÃan hecho preparativos para ponerse a salvo, pero no Sigmund Freud. Con 81 años de edad y enfermo de cáncer, el famoso psicoanalista judÃo era incapaz de contemplar la posibilidad de abandonar su querida Viena, ajeno al peligro inminente que corrÃa su vida. Pero varias personas prominentes cercanas a él intentaron convencerlo para que emigrara a Londres: el médico galés que llevó el psicoanálisis a Gran Bretaña; la sobrina nieta de Napoleón; un embajador estadounidense; la devota hija menor de Freud, Anna; y su médico personal.
Andrew Nagorski narra la apasionante vida de Freud y cómo su cÃrculo cercano logró salvarlo para que pudiera vivir sus últimos meses en libertad, a la vez que retrata la Europa de primera mitad del siglo XX: la historia de una gran ciudad, de un imperio que se derrumba, de un terror creciente y de un hombre que cambiarÃa nuestra forma de pensar.