Querido Diario: Soy Lety, y hoy conté otra mentira, una más de ellas. Y como siempre aguanté un dÃa más. No recuerdo muy bien cuando fue la primera vez que me sentà fea, o el dÃa en que decidà no comer como deberÃa haberlo hecho. Pero lo que sà recuerdo fue como, a partir de ello, mi vida cambió para siempre. Sé que deberÃa haber sido más conscienteÂ… Sé que deberÃa haber gritado fuerte, peroÂ… cada vez anhelo ver mi reflejo en el espejo más delgado, mientras aprieto la cinta métrica alrededor de mÃ, deseando ser liviana, deseando ser lo que no soy. Mi desesperación no me ofrece libertad, desde mi cabeza hasta mis pies le pertenezco, porque un estómago vacÃo siempre se siente tan genialÂ… Querido Diario, ¿por qué la vida es tan difÃcil? ¿Por qué puede llegar a ser tan cruel? Siempre tratando de gustar, siempre tratando de encajarÂ… Cuando, a veces, solo necesitas a alguien que te diga que no eres tan horrible como piensas que lo eres.