NETTLE Garrison era madrugadora. Le gustaba regar el pequeño jardÃn del hotelito en que vivÃa con sus padres, y en ello empleaba las primeras horas de la mañana. HabÃa conseguido mantener la praderita siempre verde y los rosales habÃan crecido mucho más que los que habÃa en los jardines colindantes. El hotel de los Garrison era exactamente igual a otros cincuenta que constituÃan la colonia enclavada en el bulevar Foothill, en las afueras de Los Angeles, entre la ciudad y los campos de los alrededores. Todas las construcciones tenÃan delante de la puerta principal una pequeña extensió que se dedicaba a jardÃn. Y el de los Garrison habÃa llegado a constituir un verdadero vergel.