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La madre de Frankenstein de Almudena Grandes

de Almudena Grandes - Género: Histórico
libro gratis La madre de Frankenstein

Sinopsis

En 1954, el joven psiquiatra Germán Velázquez vuelve a España para trabajar en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos, al sur de Madrid. Tras salir al exilio en 1939, ha vivido quince años en Suiza, acogido por la familia del doctor Goldstein. En Ciempozuelos, Germán se reencuentra con Aurora Rodríguez Carballeira, una parricida paranoica, inteligentísima, que le fascinó a los trece años, y conoce a una auxiliar de enfermería, María Castejón, a la que doña Aurora enseñó a leer y a escribir cuando era una niña. Germán, atraído por María, no entiende el rechazo de esta, y sospecha que su vida esconde muchos secretos. El lector descubrirá su origen modesto como nieta del jardinero del manicomio, sus años de criada en Madrid, su desdichada historia de amor, a la par que los motivos por los que Germán ha regresado a España. Almas gemelas que quieren huir de sus respectivos pasados, Germán y María quieren darse una oportunidad, pero viven en un país humillado, donde los pecados se convierten en delitos, y el puritanismo, la moral oficial, encubre todo tipo de abusos y atropellos.


La madre de Frankenstein es la quinta novela de la serie Episodios de una guerra interminable, que como las anteriores está basada en un hecho real. Aunque forme parte de una serie se pueden leer por separado sin ningún problema.Ambientada en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos en la década de los 50, describe la vida de la España de aquella época en un ambiente de represión bajo la dictadura de Franco. En esta ocasión, como en las anteriores, también mezcla una serie de personajes reales con los ficticios para narrarnos una estupenda historia y mostrarnos una sociedad llena de prejuicios, donde la moral y la iglesia estaban por encima de todos, al menos de los pobres y de los nos adictos al régimen. La historia nos la cuentan los tres protagonistas principales, así conoceremos lo ocurrido y lo que piensa cada uno. En cada capítulo uno de los tres nos narrará una parte de su historia. Los protagonistas son: Germán Velázquez, Aurora Rodríguez Carballeira y María Castejón. Germán Velázquez es psiquiatra, al igual que su padre. al terminar la guerra civil y con la derrota de la República tiene que exiliarse y marchar a Suiza donde estudiará con el profesor Samuel Goldstein viejo amigo de su padre y que será además su tutor. Conseguirá trabajar con una prestigiosa clínica privada de Berna hasta que a finales de 1953 el director del manicomio de mujeres de Ciempozuelos, José Luis Robles, le convence para que vuelva a España y ponga en marcha un nuevo tratamiento con un fármaco experimental con el que está logrando grandes avances en su hospital con los enfermos esquizofrénicos. Y allí es donde conoce a las otras dos narradoras.España no era Suiza y nadie me había obligado a volver. Lo que había encontrado era lo que había, un país fracturado, fragmentado, donde nadie era libre en absoluto, ni siquiera para enamorarse fuera del carril social al que estaba asignado desde su nacimiento.Aurora Rodríguez Carballeira es un personaje real. Nació en 1879, rica, de buena familia y extremadamente inteligente, autodidacta, y paranoica. En 1933 mató a su hija de 18 años, Hildegart Rodríguez de cuatro disparos en la cabeza mientras dormía, convirtiéndose en la parricida más famosa de la historia de España. Fue juzgada y condenada por su crimen y desde finales de 1935 hasta su muerte permaneció en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos. Hildegart fue educada en casa por su madre y desde muy temprano demostró tener una extraordinaria inteligencia, a los 18 años ya era abogada, escribió libros, artículos y era una influyente líder juvenil, activista feminista y estaba a favor de la eugenesia. En el momento en el que comentó a su madre la intención de irse de casa y realizar una serie de conferencias por el Reino Unido ella sola, su madre la mato. Su historia dio para varios libros y en 1977 Fernando Fernán Gómez dirigió la película Mi hija Hildegart. Hildegart era mi obra, explicó doña Aurora, y no me salió bien. Tardé demasiado en darme cuenta, pero ahora estoy segura. Todos mis esfuerzos han sido vanos, y después... Lo que he hecho es lo mismo que hace un artista que comprende que se ha equivocado y destruye su obra para empezar de nuevo.María Castejón es una joven auxiliar de enfermería del manicomio de mujeres de Ciempozuelos. Nació y vivió allí, ya que su abuelo trabajaba de jardinero y siendo niña tuvo mucho contacto con Doña Aurora. le enseñó a leer, a escribir y otras muchas cosas más. Cuando Germán llega para trabajar en el manicomio se encuentra con que la única persona con la que tiene contacto la enferma, que tanto le fascinó cuando la conoció en la consulta de su padre, es una joven que pasa una hora todas las tardes con ella leyéndole, ya que es mayor y se encuentra prácticamente ciega. Germán intentará acercarse a la joven para que le cuente su historia, su relación con la enferma y también conocerla a ella.María y yo éramos las dos únicas personas de Ciempozuelos que le teníamos cariño a Aurora Rodríguez Carballeira y aún más. Éramos las únicas que la aguantábamos en una comunidad donde tenía una mala fama, de asesina, de egoísta, de altiva, de soberbia, que se había ganado a pulso. Leer a Almudena Grandes en cualquiera de los episodios de una guerra interminable es una apuesta segura para mí. Me encantan sus novelas, su forma de entrelazar la ficción con la realidad, los personajes reales y los ficticios pero siempre aclarando lo que es fruto de su invención y lo que no. Muy bien documentado todo, como siempre en sus otras novelas y con una estupenda ambientación que te transporta a la época, a esa realidad de la guerra, la posguerra y la represión de la dictadura, de la influencia de la moral y la religión. También se puede apreciar el escaso valor que tenía una mujer en la época, dependiendo de los hombres para todo ya fuera padre, marido o hermano, y el único papel para una mujer respetable y decente era el de esposa y madre.Además, nuestras internas sólo son mujeres, y qué le voy a contar... Honestamente le digo, si las cuerdas importamos poco, imagínese las locas, ellas son las últimas de todas las filas. ¿Usted sabe cuántas de nuestras internas son esposas de hombres poderosos que consiguieron ingresarlas aquí para quitárselas de en medio, inhabilitarlas y vivir tranquilamente con sus queridas? Aunque no fuera director de un manicomio masculino, una autoridad como Vallejo nunca aprobaría que las mujeres se beneficiaran de la nueva medicación antes que los hombres... ¿Me entiende?Me sorprendió lo referente a dos conocidos psiquiatras de la dictadura que aparecen, aunque de pasada, y que fueron muy importantes e influyentes en la época. El más conocido y de mayor influencia, Antonio Vallejo-Nájera director del manicomio de hombres de Ciempozuelos, coronel del Ejército Nacional e ideólogo de la eugenesia fascista española, que era considerada un método para mejorar la raza. El otro es Juan José López Ibor, rival y enemigo del anterior y que no consiguió llegar a tener tanto poder como el anterior, pero que se hizo millonario con la práctica privada.-Mucho gusto- dije al estrechar la mano del ideólogo de la eugenesia fascista española, creador de la teoría de que el marxismo era un gen perverso, intrínsecamente asociado con la inferioridad mental, que debía extirparse a toda costa, fusilando a sus portadores y arrebatándoles a sus hijos recién nacidos para entregarlos a familias intachables, que sabrían neutralizar su pésima herencia genética a través de la adecuada educación religiosa y patriótica. En La madre de Frankenstein encontraremos crítica y denuncia social de esa época, del abandono al que fueron sometidas las mujeres con problemas psiquiátricos, sin valor alguno para los hombres que tenían todo el poder. La madre de Frankenstein es una interesante y excelente novela histórica de los episodios de una guerra interminable de Almudena Grandes, que es una gran escritora y una de mis favoritas. Enlace: https://lasmilyunahistoriasd..
La madre de Frankenstein de Almudena Grandes me ha parecido el relato más triste de sus Episodios de una Guerra interminable. Quizás porque la leí desde el confinamiento, quizás porque no hay cárcel más terrible que la de nuestra mente, quizás porque una vez visité a aquellas mujeres. El silencio. En la madre de Frankenstein escuchamos el silencio: Que el silencio era el único valor seguro, el único remedio eficaz contra el infortunio probable, hipotético y hasta inexistente, la infalible receta que se aplicaban por igual ricos y pobres, los más humildes y muchos poderosos. Germán Velázquez, psiquiatra exiliado en Suiza, vuelve a España en 1954 para trabajar en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos para implantar un nuevo medicamento. Allí se encuentra Aurora Rodríguez Carballeira, asesina de su propia hija, personaje al que decide dar toda su atención.Si lo que queremos saber es el tema del libro, no es otro que reflejar la realidad española de la posguerra. Un país sumido en la tristeza, la opresión, el nacionalcatolicismo, las apariencias, las diferencias sociales y la vida de vencedores y vencidos. España era una inmensa prisión.La diferencia de clases es sin duda la columna vertebral de este relato de Almudena Grandes. Ya en el manicomio vemos un reflejo de la sociedad, ya que hay cuatro clases de reclusas, según lo que puedan pagar. Los perdedores de la guerra seguirán siendo durante muchos años personas que han de pagar sus culpas. Algunos médicos del manicomio reciben un trato distinto por sospechas de su filiación política. Y por supuesto, las mujeres se llevaban la peor parte, si tenían culpas pendientes políticas, sexuales o simplemente pobreza, se veían abocadas a matrimonios imposibles.Es muy importante, la comparación constante entre Suiza y España. Aquel, ya en estos años, era un país avanzado, libre de falsos puritanismos, y por supuesto, no acababa de pasar por una guerra fratricida. La España de la posguerra, como ya sabemos, era un país arrinconado, sin relaciones con el exterior, muy lejos del pensamiento que se iba normalizando en el resto de Europa. Y Suiza, uno de los países más avanzados. Esto influye muchísimo en parte del desconcierto que siente Germán al volver a España. El habla libremente del sexo y los que le rodean se santiguan.El sexo, un tema tan controvertido siempre en España. Un puritanismo a menudo falso de buenos maridos que mantenían a queridas. A los homosexuales se les trataba con descargas o lobotomías.La Iglesia como potente instrumento de control y manipulación. Se denuncia su hipocresía. Los personajes religiosos son todos odiosos. También toca el tema de los niños robados.Los personajes están muy bien trabajados. Germán un médico de una ética intachable tanto a nivel profesional como personal. Un hombre que, tras el exilio, busca la vuelta a su país para encontrarse algo totalmente distinto. Esta búsqueda de su identidad le hará acercarse a María, que se convertirá en su gran apoyo. Sus diálogos son geniales: el medicó habla con un lenguaje culto, preciso y María con expresiones típicas del pueblo.María representa también el homenaje de Almudena Grandes a Galdós siguiendo a veces los pasos de Fortunata. Esta niña sin cultura tiene pasión por leer y se ve reflejada en la lucha entre la burguesía y el pueblo que terminó destruyendo a Fortunata.El personaje de Aurora es grandioso. Una mujer modelo en la cultura de la República, cuya paranoia, sin embargo, le lleva a matar a su hija, a su obra porque se le iba de las manos. al fin y al cabo, Hildegart era un ser humano y pensaba por sí misma: La enfermedad mental es la peor cárcel que existe. Es una cárcel que encierra hacia dentro, que atrapa a una persona y no la suelta jamás, y le arrebata todo lo que tiene, y la hace odiosa para su familia, para las personas que la quieren. En cuanto a calidad literaria, esta es una de las más conseguidas novelas de Almudena Grandes: diálogos rápidos, lenguaje ajustado a cada personaje, tramas y narradores distintos que se proponen darnos una imagen total de la historia.Una vez más, Almudena Grandes nos ofrece una gran novela.
La madre de Frankestein es el quinto volumen de los seis que previsiblemente lleguen a conformar los Episodios de una Guerra Interminable de Almudena Grandes, en una suerte de Episodios Nacionales de nuestra época. En ella, la autora nos cuenta, a través de una narración a tres voces, la historia de Aurora Rodriguez Caballeira, personaje real que en los años 30 asesinó a su hija Hildegart porque ésta pretendía hacer uso de la libertad que precisamente ella misma le había enseñado a amar. Pero, sobre todo, a través de los personajes que pivotan a su alrededor, nos muestra la situación de las mujeres en la España de los años 50; de la hipocresía de una sociedad gobernada por el dúo iglesia Estado que suprimía los derechos individuales y reprimía a aquellos que eran diferentes. Me pregunto si Almudena Grandes ha elegido precisamente a este personaje, para mostrarnos la diferencia entre la libertad y el progreso de la situación de las mujeres durante la II República y la existente con posterioridad a la Guerra Civil. Aurora, paranoica y megalómana, asesinó a su propia hija, al igual que el Estado y la Iglesia eliminaron la independencia de las mujeres y la capacidad de expresarse libremente y de decidir de sus ciudadanos.La narración de la historia se realiza fundamentalmente por el psiquiatra Germán Velázquez, antiguo exiliado, que ha podido regresar a España, gracias a la investigación que estaba realizando en Suiza con un nuevo fármaco, para el tratamiento de la esquizofrenia. Germán nos cuenta, además, las circunstancias de su exilio en un país extranjero, como la de tantos otros españoles, y las de una familia judía que se vio obligada, como él, a abandonar Alemania, y sus respectivas pérdidas. Pero, sobre todo, nos muestra la realidad que existía tras nuestras fronteras en aquella época, la comparación entre la libertad que se respiraba en Europa y que él expone en sus opiniones; frente a la necesidad de ocultamiento y silencio de los españoles. Nos enseña, además, la situación de los manicomios en aquella época, lugar donde los derechos de las internas, son incluso menores, que ya es decir, que las de las mujeres en general. Impresionante el que no tuvieran derecho ni siquiera a morir sin dolor.Otros episodios de la novela ? muy breves- son narrados por la propia Aurora, en una serie de desvaríos que avanzan la historia y que realmente son producto de una mente perturbada. Ella es el eslabón que conecta a Germán con María Castejón, una auxiliar de enfermería que ha crecido en el manicomio, y que sufre en sus propias carnes todos los escarnios de los que hemos oído hablar en esa época y que personifica la búsqueda de un futuro digno y libre. Me ha gustado especialmente su relación con la lectura y cómo ésta estaba prohibida para aquellos que no son considerados adecuados por el régimen, y la comparativa de su personaje con Fortunata y Jacinta, de Galdós. Estos guiños literarios siempre llevan a lecturas y relecturas inesperados.Además de estos personajes, la novela se nutre de otros muchos, alguno de los cuales son reales; en particular, me han llamado la atención Vallejo -Nájera con sus teorías eugenesistas -y el robo de niños-; y López Ibor y sus lobotomías para homosexuales. En definitiva, qué mejor manera de conocer la historia reciente de España que a través de novelas de estas características, tan bien escritas, y con una prosa tan fluida y agradable de leer que parece que en lugar de ser nosotros quienes pasamos la mirada por sus páginas, son las palabras las que pasan por nuestros ojos y nuestra mente.
La madre de Frankestein es la quinta entrega de los Episodios de una Guerra Interminable de Almudena Grandes. Un proyecto constituido por seis libros, cuyos títulos se nos presentan ya en la primera entrega, que nos mostrarán episodios desconocidos de nuestra reciente historia.Quiero dejar muy claro que por mucho que se trate de una serie de seis libros, todos se pueden leer de un modo independiente. Pueden aparecer alusiones o breves apariciones de personajes de las otras novelas, pero son más bien guiños a lectores muy avezados y de gran memoria, porque al resto de los mortales nos pasarán sin duda desapercibidos Esta novela está narrada en primera persona a través de tres personajes bien diferentes:Germán Velázquez: Muy joven partió de España en el último barco que zarpaba de Alicante. Un regalo de su padre que le cedió el billete. Partió al exilio en Suiza donde fue protegido por la familia del doctor Goldstein. Allí cumplió su sueño: estudiar psiquiatría y ejercer como tal. Se casó. Se divorció. Finalmente tras quince años aceptó una oferta para volverá a España a trabajar en el psiquiátrico de mujeres de Ciempozuelos, donde estaría al frente de un programa que estudiaría el uso en España de la clorprimazina, un medicamento casi milagroso para aquella época y que cambió el rumbo de la psiquiatría al permitir una mejoría en los esquizofrénicos. Allí se reencuentra con Aurora Rodríguez Carballeira, la célebre madre que mató a su hija Hildegard. Él la conoció en su casa un día que acudió a la consulta de su padre antes de ir al juicio por el asesinato de su hija. Tal fue la conmoción que le provocó, que eso hizo que quisiera seguir los pasos de su padre como psiquiatra.Un hombre que en el exilio comprende que la guerra le ha dejado marcado pese a su corta edad. Aurora Rodríguez Carballeira: Una mujer paranoica que no fue a la cárcel por el asesinato de su hija sino directamente al psiquiátrico de Ciempozuelos, en el que tiene su propia habitación con su piano que toca constantemente. Una historia singular y verdadera la de esta mujer. Una reflexión sobre la maternidad entendida como el hecho de crear unos hijos a los que moldear según nuestros criterios. Por eso, cuando su hija Hildegard ya era todo un fenómeno en España y quería tomar las riendas de su propia vida, la asesinó.María Castejón: Un personaje inolvidable y entrañable el que nos regala Almudena Grandes en esta novela. Es auxiliar clínica en el psiquiátrico de mujeres de Ciempozuelos, en el que su abuelo trabajaba como jardinero. Tiene una relación muy singular con Aurora Rodríguez a la que cuida con esmero. En realidad tiene un don especial que le permite empatizar con las locas del psiquiátrico y tratarlas con mimo y cariño. En la propia novela nos la definen como una Sherezade por su gran capacidad para contar historias.Cada capítulo está contado por uno de esos personajes. No es necesario poner quién es el que está hablando, porque la voz de cada uno de ellos es muy diferente. Así los capítulos de Aurora son cortos, pero sin un solo punto y aparte. El diálogo mental de una mujer que pasa por diferentes estados anímicos en función de la evolución de su enfermedad. O los de María, cargados de una sencillez y un amor por los demás que no pueden dejar indiferentes al lector. Por contra, los de Germán son mucho más reflexivos, más expositivos, contándonos los hechos que vivió o está viviendo. Solo el contacto con María hará que su tono vaya cambiando poco a poco. Al comienzo de la novela, pensé que La madre de Frankestein era una de las menos políticas de la serie, pero según me adentraba en ella, veía que no era así. A fin de cuentas como dice uno de los personajes de la novela, «en una dictadura todo es política» Lo de menos es que nos muestre en un momento dado cual era el pensamiento que movía a los españoles de aquella época: Lo más importante es que nos muestra como nada se hacía o se deshacía sin el beneplácito de una élite gobernante en el que además la influencia de la iglesia era omnipresente.Por supuesto, la visión feminista de Almudena Grandes estará presente a lo largo de toda la novela, mostrándonos que, si ya era duro para muchos españoles, para las mujeres era todavía aún más difícil:Una novela con muchas capas, con muchos temas, algunos tan sorprendentes como el de la eugenesia, aquel pensamiento inspirado por Vallejo Nájera que tanta desgracia trajo a muchos españoles:OPINIÓN PERSONAL Aunque no haya desplazado a El lector de Julio Verne como la novela favorita de esta serie, he de decir que me ha encantado La madre de Frankestein. Una novela que va ganando en intensidad emotiva a medida que avanza la novela y la relación entre sus personajes. Todo ello gracias a haber conseguido crear a Germán Velázquez, María Castejón y Aurora Rodríguez. Muy distintos entre sí, pero con algo en común: los tres, en diferente medida y por diferentes circunstancias están en el bando de los perdedores, por más que alguno de ellos ni siquiera haya participado en una guerra. A todo ello hay que unir la exquisita ambientación con la que Almudena Grandes nos presenta sus novelas, en este caso con un escenario muy particular como es el psiquiátrico de Ciempozuelos.Una gran variedad de temas hay presentes en esta novela, incluyendo uno que a mí por mi pasado sanitario, ha sido de especial interés: el mundo de la psiquiatría y los avances que gracias a los medicamentos se pudo lograr en el tratamiento de las enfermedades mentales.Sumadle a eso una gran historia de amor, de esas que te genera un nudo en la garganta en muchos momentos y tendréis una novela que no puede leerse con indiferencia, que os deparará muchos momentos emotivos y que seguramente en muchos momentos también os provocará perplejidad e indignación por cómo tuvieron que sufrir muchos seres humanos.Si te gusta Almudena Grandes, disfrutarás sin duda de esta gran novela, un retrato de una España no tan lejana de nosotros y que por momentos amenaza con volver. Enlace: http://www.elbuhoentrelibros..
Perteneciente a la colección de episodios de una guerra interminable, siendo la quinta entrega, la cual se puede leer de manera independiente, al igual que el resto de las novelas pertenecientes a la saga. Se repiten algunos personajes en ellas pero los nexos son casi irrelevantes, en este caso de manera muy superficial. Recomiendo cada una de las novelas de la colección. En esta ocasión me he encontrado ante una novela de ficción construida sobre hechos inspirados en la vida y la muerte de Aurora Rodríguez Carballeira, una mujer culta, rica, con buen status social, que asesina a su hija, superdotada, feminista y con un futuro prometedor dentro de una sociedad machista, de cuatro disparos mientras dormía reivindicando su derecho a acabar con ella igual que un escultor destroza su boceto que no les satisface con la intención de empezar de nuevo. Es condenada por ello a prisión pero a los dos años en virtud de un dictamen psiquiátrico es recluida en un manicomio para mujeres en la localidad de Ciempozuelos, Madrid, hasta su muerte. La trama transcurre en mayor parte entre los años 1955 y 1957 habiendo eso si retazos a épocas pasadas de los tres narradores-protagonistas. A través de esos 3 narradores, en capítulos bien diferenciados y en primera persona se va desarrollando la novela. La propia Aurora, y su proceso de declive mental y físico perfectamente detallado y documentado, el doctor Velázquez, un joven, hijo de una eminencia médica a nivel estatal, es exiliado a Suiza al final de la guerra civil española, allí se forma como psiquiatra y decide de manera poco incomprensible volver a un país derrotado y hundido sólo motivado por la implantación de un nuevo fármaco novedoso en los pacientes esquizofrénicos en un manicomio madrileño, sobre el cual había estudiado en Suiza. Y por último, María Castejón, una auxiliar de enfermería tierna y soñadora cuya infancia va ligada a ese manicomio y a las férreas garras de una sociedad ultracatolica y tradicional.En torno a estos tres personajes nos narra la vida en un Madrid de entre los años 1955 y 1957, en un enclave muy peculiar como es el manicomio para mujeres de Ciempozuelos, sin dejar detalle de las particularidades sociales, políticas o religiosas de aquella época en la que la dictadura y la presión eclesiástica tenían una gran influencia en la vida de los españoles. Así mismo, destacaría la manera de reflejar el rol de la mujer en aquella época, totalmente anulada que pasa de ser tutelada por los padres a hacerlo por sus maridos, esa mujer que difícilmente podía optar aún puesto decente de trabajo. Y sobretodo el reflejo de esa España atenazada, temerosa, miedosa, humillada y hundida. Fiel al estilo de la autora, con mucha fuerza y dramatismo logra unir esas vivencias extremas de una época no tan lejana con otras experiencias más cotidianas rescatando del olvido muchas de las experiencias que el paso del tiempo no debe hacernos obviar. Una gran novela histórica, cargada de sentimiento, de amor, de lucha de poder, intensa y dramática que nos facilita entender la situación de millones de españoles que quedaron a merced de la Iglesia y de las directrices de un dictador. Sin querer detallar que tiene de realidad y de ficción me parece justo indicar que lo cuenta la propia autora en una extensa nota al final del libro, donde explica cómo surgió en ella la opción de escribir sobre Aurora y quien inspira él personaje del doctor Velázquez. Imprescindible lectura. Un placer de lectura, de una autora que nunca falla. Enlace: https://eltxokodeinaki.blogs..

Comentarios de lectores del libro La madre de Frankenstein

Nueva entrega, la quinta, de la serie de novelas de Almudena Grandes sobre la posguerra española. Muy distinta de las cuatro anteriores. Después de la guerrilla, la resistencia clandestina y la resistencia diplomática, nos encontramos aquí con una narración muy diferente, basada en un personaje real, la parricida paranoica Aurora Rodríguez Carballeira. Esta mujer de inteligencia superior, que asesinó a su hija superdotada Hildegart, pasó más de 20 años en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos. Su figura, de la que hablan diversas novelas e incluso una película, da pie a la entrada de los dos personajes principales, el psiquiatra Germán Velázquez, hijo de un psiquiatra represaliado por Franco al acabar la Guerra Civil, que huye con 18 años a Suiza, en donde es acogido por un colega de su padre antes de volver a Madrid convertido en psiquiatra, y María Castejón, la hija del jardinero del manicomio, a la que Aurora enseña a leer y a escribir de niña, y que retorna al manicomio como auxiliar de enfermería, en donde cuida especialmente a su antigua maestra.Este escenario es el campo de batalla en donde Almudena Grandes desarrolla una trama ágil, yendo y viniendo en el tiempo, en la que destacan sobre todo la excelente caracterización de los dos protagonistas, Germán y María, y los delirios de Aurora. También es de gran interés la familia Goldstein, judíos alemanes expatriados a Suiza antes de la Segunda Guerra Mundial, aunque aquí se mezclan algunos estereotipos sobre la ideología nazi.Si bien en esta novela la división clásica de otras obras de Almudena Grandes —derecha homogénea, gris, banal y criminal, izquierda brillante, sacrificada, inteligente e idealista— tolera algunos matices, como la figura de la hermana Belén, directora de la clínica, y algunas anotaciones al final del libro, la intención de la autora sigue siendo demasiado patente, y a veces incluso ridícula. Se trata de presentar al «nacionalcatolicismo» como origen de todos los males en la España de la posguerra. No soy yo, ni posiblemente lo sea nadie, capaz de juzgar en qué medida tiene razón. En cualquier caso, Almudena Grandes no deja ninguna oportunidad para criticar y ridiculizar a cualquier personaje de sus novelas que no esté comprometido en contra de la dictadura, especialmente a la iglesia y a los católicos en general. La autoproclamada «superioridad moral» de la izquierda justifica cualquier acción, mientras que en las acciones de la derecha, incluso cuando son lícitas, se presume siempre una intención torcida. Son llamativas, por ejemplo, las diferencias entre el tratamiento del aborto cometido por María y el robo de un niño con la bendición de la Iglesia.Bueno, pero eso que lo juzgue cada uno. A mí la novela me ha gustado. Quizá el rasgo más destacado sea la intensidad narrativa, a diferencia de otras obras de Almudena Grandes, en las me parece que pueden sobrar páginas.

Autor del comentario: JAVIERCANALS
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Nueva entrega, la quinta, de la serie de novelas de Almudena Grandes sobre la posguerra española. Muy distinta de las cuatro anteriores. Después de la guerrilla, la resistencia clandestina y la resistencia diplomática, nos encontramos aquí con una narración muy diferente, basada en un personaje real, la parricida paranoica Aurora Rodríguez Carballeira. Esta mujer de inteligencia superior, que asesinó a su hija superdotada Hildegart, pasó más de 20 años en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos. Su figura, de la que hablan diversas novelas e incluso una película, da pie a la entrada de los dos personajes principales, el psiquiatra Germán Velázquez, hijo de un psiquiatra represaliado por Franco al acabar la Guerra Civil, que huye con 18 años a Suiza, en donde es acogido por un colega de su padre antes de volver a Madrid convertido en psiquiatra, y María Castejón, la hija del jardinero del manicomio, a la que Aurora enseña a leer y a escribir de niña, y que retorna al manicomio como auxiliar de enfermería, en donde cuida especialmente a su antigua maestra.Este escenario es el campo de batalla en donde Almudena Grandes desarrolla una trama ágil, yendo y viniendo en el tiempo, en la que destacan sobre todo la excelente caracterización de los dos protagonistas, Germán y María, y los delirios de Aurora. También es de gran interés la familia Goldstein, judíos alemanes expatriados a Suiza antes de la Segunda Guerra Mundial, aunque aquí se mezclan algunos estereotipos sobre la ideología nazi.Si bien en esta novela la división clásica de otras obras de Almudena Grandes —derecha homogénea, gris, banal y criminal, izquierda brillante, sacrificada, inteligente e idealista— tolera algunos matices, como la figura de la hermana Belén, directora de la clínica, y algunas anotaciones al final del libro, la intención de la autora sigue siendo demasiado patente, y a veces incluso ridícula. Se trata de presentar al «nacionalcatolicismo» como origen de todos los males en la España de la posguerra. No soy yo, ni posiblemente lo sea nadie, capaz de juzgar en qué medida tiene razón. En cualquier caso, Almudena Grandes no deja ninguna oportunidad para criticar y ridiculizar a cualquier personaje de sus novelas que no esté comprometido en contra de la dictadura, especialmente a la iglesia y a los católicos en general. La autoproclamada «superioridad moral» de la izquierda justifica cualquier acción, mientras que en las acciones de la derecha, incluso cuando son lícitas, se presume siempre una intención torcida. Son llamativas, por ejemplo, las diferencias entre el tratamiento del aborto cometido por María y el robo de un niño con la bendición de la Iglesia.Bueno, pero eso que lo juzgue cada uno. A mí la novela me ha gustado. Quizá el rasgo más destacado sea la intensidad narrativa, a diferencia de otras obras de Almudena Grandes, en las me parece que pueden sobrar páginas.

Autor del comentario: JAVIERCANALS
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Nueva entrega, la quinta, de la serie de novelas de Almudena Grandes sobre la posguerra española. Muy distinta de las cuatro anteriores. Después de la guerrilla, la resistencia clandestina y la resistencia diplomática, nos encontramos aquí con una narración muy diferente, basada en un personaje real, la parricida paranoica Aurora Rodríguez Carballeira. Esta mujer de inteligencia superior, que asesinó a su hija superdotada Hildegart, pasó más de 20 años en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos. Su figura, de la que hablan diversas novelas e incluso una película, da pie a la entrada de los dos personajes principales, el psiquiatra Germán Velázquez, hijo de un psiquiatra represaliado por Franco al acabar la Guerra Civil, que huye con 18 años a Suiza, en donde es acogido por un colega de su padre antes de volver a Madrid convertido en psiquiatra, y María Castejón, la hija del jardinero del manicomio, a la que Aurora enseña a leer y a escribir de niña, y que retorna al manicomio como auxiliar de enfermería, en donde cuida especialmente a su antigua maestra.Este escenario es el campo de batalla en donde Almudena Grandes desarrolla una trama ágil, yendo y viniendo en el tiempo, en la que destacan sobre todo la excelente caracterización de los dos protagonistas, Germán y María, y los delirios de Aurora. También es de gran interés la familia Goldstein, judíos alemanes expatriados a Suiza antes de la Segunda Guerra Mundial, aunque aquí se mezclan algunos estereotipos sobre la ideología nazi.Si bien en esta novela la división clásica de otras obras de Almudena Grandes —derecha homogénea, gris, banal y criminal, izquierda brillante, sacrificada, inteligente e idealista— tolera algunos matices, como la figura de la hermana Belén, directora de la clínica, y algunas anotaciones al final del libro, la intención de la autora sigue siendo demasiado patente, y a veces incluso ridícula. Se trata de presentar al «nacionalcatolicismo» como origen de todos los males en la España de la posguerra. No soy yo, ni posiblemente lo sea nadie, capaz de juzgar en qué medida tiene razón. En cualquier caso, Almudena Grandes no deja ninguna oportunidad para criticar y ridiculizar a cualquier personaje de sus novelas que no esté comprometido en contra de la dictadura, especialmente a la iglesia y a los católicos en general. La autoproclamada «superioridad moral» de la izquierda justifica cualquier acción, mientras que en las acciones de la derecha, incluso cuando son lícitas, se presume siempre una intención torcida. Son llamativas, por ejemplo, las diferencias entre el tratamiento del aborto cometido por María y el robo de un niño con la bendición de la Iglesia.Bueno, pero eso que lo juzgue cada uno. A mí la novela me ha gustado. Quizá el rasgo más destacado sea la intensidad narrativa, a diferencia de otras obras de Almudena Grandes, en las me parece que pueden sobrar páginas.

Autor del comentario: JAVIERCANALS
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Excelente. Quizás la mejor del ciclo de sus episodios de una guerra interminable. Muy bien narrada, personajes muy desarrollados y varias historias apasionantes.

Autor del comentario: LUNASOL
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Me gustan las historias que nos cuenta Almudena Grandes. La ambientación es fabulosa, el lenguaje perfecto, crea personajes interesantes....pero, la narración no es fresca ni ligera, y hace que vaya perdiendo interés y me resulte una lectura bastante pesada......es lo único que me falla, y me apena. En mi opinión, esa forma de contar no es adecuada para libros de más de 300/400 páginas, pienso, que le resta empuje, energía, y que achica a las grandes historias que Almudena tiene para contar.

Autor del comentario: ALBARIZ
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De todos los Episodios es el que menos me ha gustado. No logró engancharme la historia ni los personajes. Me ha parecido tedioso e interminable

Autor del comentario: TAIGA1967
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Fabulosa novela. La historia, el lenguaje, la profundidad de los personajes, el lirismo calculado en muchos de sus episodios frente a la crueldad y crudeza de otros, el retrato de un tiempo determinado e indeterminado a la vez, todo es perfecto en una de las mejores obras que he leído de esta ESCRITORA. Así, con mayúsculas.

Autor del comentario: YELLAH
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Me ha encantado. La vida en la España de los años 50. Qué dura y qué triste, especialmente para las mujeres.

Autor del comentario: MGU55
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Uno de los libros de A. G. que más me ha gustado, cuando se pone el traje de escritora y se olvida el de panfletaria. Con una historia principal, la de la interna Doña Aurora, aderezada con la de unos cuantos personajes que le dan apoyo y sustento a la credibilidad de lo narrado.

Autor del comentario: CHANDLER
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Leí "El corazón helado" hace ya algunos años. Cómo me gustó!Leo "La madre de Frankenstein" y me siento decepcionada.Lectura farragosa, pesada. Diálogos, en ocasiones, brillantes; otros, flojos y vulgares.Aceptable bajo.

Autor del comentario: AMINA
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Como siempre, una novela que nunca te deja indiferente.Su autora es, decididamente, de mis preferidas por su calidad, elegancia y magnetismo.

Autor del comentario: ADIAZBA
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Perteneciente a la colección de episodios de una guerra interminable, siendo la quinta entrega, la cual se puede leer de manera independiente, al igual que el resto de las novelas pertenecientes a la saga. Se repiten algunos personajes en ellas pero los nexos son casi irrelevantes, en este caso de manera muy superficial. Recomiendo cada una de las novelas de la colección. En esta ocasión me he encontrado ante una novela de ficción construida sobre hechos inspirados en la vida y la muerte de Aurora Rodríguez Carballeira, una mujer culta, rica, con buen status social, que asesina a su hija, superdotada, feminista y con un futuro prometedor dentro de una sociedad machista, de cuatro disparos mientras dormía “reivindicando su derecho a acabar con ella igual que un escultor destroza su boceto que no les satisface con la intención de empezar de nuevo”. Es condenada por ello a prisión pero a los dos años en virtud de un dictamen psiquiátrico es recluida en un manicomio para mujeres en la localidad de Ciempozuelos, Madrid, hasta su muerte. La trama transcurre en mayor parte entre los años 1955 y 1957 habiendo eso si retazos a épocas pasadas de los tres narradores-protagonistas. A través de esos 3 narradores, en capítulos bien diferenciados y en primera persona se va desarrollando la novela. La propia Aurora, y su proceso de declive mental y físico perfectamente detallado y documentado, el doctor Velázquez, un joven, hijo de una eminencia médica a nivel estatal, es exiliado a Suiza al final de la guerra civil española, allí se forma como psiquiatra y decide de manera poco incomprensible volver a un país derrotado y hundido sólo motivado por la implantación de un nuevo fármaco novedoso en los pacientes esquizofrénicos en un manicomio madrileño, sobre el cual había estudiado en Suiza. Y por último, María Castejón, una auxiliar de enfermería tierna y soñadora cuya infancia va ligada a ese manicomio y a las férreas garras de una sociedad ultracatolica y tradicional.En torno a estos tres personajes nos narra la vida en un Madrid de entre los años 1955 y 1957, en un enclave muy peculiar como es el manicomio para mujeres de Ciempozuelos, sin dejar detalle de las particularidades sociales, políticas o religiosas de aquella época en la que la dictadura y la presión eclesiástica tenían una gran influencia en la vida de los españoles. Así mismo, destacaría la manera de reflejar el rol de la mujer en aquella época, totalmente anulada que pasa de ser tutelada por los padres a hacerlo por sus maridos, esa mujer que difícilmente podía optar aún puesto decente de trabajo. Y sobretodo el reflejo de esa España atenazada, temerosa, miedosa, humillada y hundida. Fiel al estilo de la autora, con mucha fuerza y dramatismo logra unir esas vivencias extremas de una época no tan lejana con otras experiencias más cotidianas rescatando del olvido muchas de las experiencias que el paso del tiempo no debe hacernos obviar. Una gran novela histórica, cargada de sentimiento, de amor, de lucha de poder, intensa y dramática que nos facilita entender la situación de millones de españoles que quedaron a merced de la Iglesia y de las directrices de un dictador. Sin querer detallar que tiene de realidad y de ficción me parece justo indicar que lo cuenta la propia autora en una extensa nota al final del libro, donde explica cómo surgió en ella la opción de escribir sobre Aurora y quien inspira él personaje del doctor Velázquez. Imprescindible lectura. Un placer de lectura, de una autora que nunca falla.

Autor del comentario: ISANFER
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De esta serie de episodios de la guerra y posguerra, es de los que más me ha gustado. Creía que iba a centrarse más en Ciempozuelos y en Aurora sobre todo. Pero la historia de esta paciente sirve de excusa para contar otras muchas cosas de la España de aquel tiempo. Me ha gustado mucho.

Autor del comentario: PITY
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