En "La ordalÃa del veneno", El autor puso en la mente de su protagonista, un catedrático jubilado, la ocurrencia de sustituir la energÃa eléctrica que gastan las plantas tradicionales en propulsar el agua de mar a las membranas que la desalan, por la fuerza de la gravedad. El razonamiento es el siguiente: puesto que la presión que se necesita para impulsar el agua es de setenta atmósferas y cada diez metros de profundidad la gravedad aumenta una atmósfera, un pozo de 700 metros de profundidad bastarÃa conseguir la presión necesaria sin gasto de energÃa eléctrica. Sin duda, una de las grandes novelas de aventuras escritas por su veterano autor.