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Hôzuki, la librería de Mitsuko de Aki Shimazaki

de Aki Shimazaki - Género: Filosófico
libro gratis Hôzuki, la librería de Mitsuko

Sinopsis

Mitsuko tiene una librería de lance especializada en obras filosóficas. Allí pasa los días serenamente con su madre y Tarô, su hijo sordomudo. Cada viernes por la noche, sin embargo, se convierte en camarera en un bar de alterne de alta gama. Este trabajo le permite asegurarse su independencia económica, y aprecia sus charlas con los intelectuales que frecuentan el establecimiento.

Un día, una mujer distinguida entra a la tienda acompañada por su hija pequeña. Los niños se sienten inmediatamente atraídos entre ellos. Ante la insistencia de la señora y por complacer a Tarô, a pesar de que normalmente evita hacer amistades, Mitsuko aceptará volver a verlos. Este encuentro podría poner en peligro el equilibrio de su familia.

Aki Shimazaki sondea aquí la naturaleza del amor maternal. Con gran sutileza, cuestiona la fibra y la fuerza de los lazos.


Es mi segundo libro de autor japonés, y ambos me han hecho reflexionar, no se si es casualidad, pero ambos son muy cortos. Mitzuki, narra su biografía, una vida llena de encuentros, que en general ella trata de romper. Solo tiene un recuerdo que ella mantiene vivo. Aún en medio de dificultades, ya que desde siempre se ha mantenido sola y buscando una salida laboral y vivienda, tropieza con un bebé abandonado, lo recoge sin dudar y recurre a una comadrona para que testifique su maternidad. Por fin se instala definitivamente, luego de mucho deambular, e instala una librería de textos filosóficos. Está rodeada de libros, su hijo adoptivo (mestizo y sordo) y su madre que la ayuda. Su vida sigue siendo solitaria e introspectiva, más allá que completa sus recursos trabajando como camarera, una vez a la semana en un club de alterne de alta gama, donde disfruta las charlas con los intelectuales que lo frecuentan. Su vida transcurre serenamente, con las restricciones que ella le ha impuesto. Hasta que visita la librería una dama muy distinguida, con su hijita. Los niños, su hijo suele jugar en un espacio en la trastienda, se encuentran y de inmediato surge entre ellos una corriente de amistad y entendimiento. Algo sorprende y deja pensativa a la Sra. cuando una y otra vez observa al niño. Hace una compra importante, pero ha de regresar por una obra en falta. Intenta de varias formas intimar con la librera, pero no lo logra, por la habitual sequedad de trato de ésta. Pero de última, la insistencia de su hijo, anhelante por volver a ver a su nueva amiga, consiente en hacer algunos paseos juntos y hasta visitar a la dama, que en pocos días deberá instalarse en Alemania con su esposo diplomático. La vida de las dos mujeres no podría ser más distinta, desde la infancia, una acomodada y consentida, la otra con profundas necesidades. Está invitada a visitarlas en su nuevo destino, pero Mitsuko está decidida a que ello no ocurra. Los niños se despiden. No así su madres, formalmente. La noche de la víspera de la partida, la viajera se presenta en la librería dispuesta a confesar, pese la reticencia de ser escuchada, de una circunstancia que atenacea su espíritu desde su acomodada juventud. Y aquí se cierra este círculo de dudas, de ansias por conocer verdades insondables por otros medios, los enigmas sobre temas como la maternidad, el aborto, el amor, la oportunidad, la ubicación en la sociedad, que si bien ocuparon lugar a lo largo del libro, empiezan ahora a tener definición. Cabría concluir con: que cosas tiene la vida.
No nos tenemos que quedar solamente con lo que leemos ya que a veces los silencios hablan más que las palabras. Esta novela es un claro ejemplo de esto. Estamos ante una novela de las que parecen que no cuentan mucho pero al final tienen más trasfondo del esperado. Esos silencios convierten a lector en partícipes en la historia, vamos reflexionando, vamos sacando conclusiones, vamos encontrando dobles lecturas. Y es que estamos ante una novela muy sencilla pero que va tocando muchos temas importantes. El tema de la maternidad, la cuestión de querer ser madre o no, la cuestión de que ese bebé llegue en el momento correcto. El pasado, la importancia de tomar decisiones vitales, el dolor que se tiene cuando se han tomado malas decisiones. Las adversidades que nos vamos encontrando a lo largo de la vida y cómo las vamos afrontando. La culpa, los remordimientos, las responsabilidades. Las casualidades que nos encontramos en nuestras vidas y que no lo son tanto. La importancia de los libros en nuestras vidas.Mitsuko es la encargada de contarnos su propia historia. Regenta una librería, especializada en libros filosóficos, pero para sacar un dinero extra tiene un trabajo secreto. Vive encima de la librería con su hijo, que es sordomudo, y su madre que le ayuda a cuidar del niño. La protagonista nos va narrando su presente y también su pasado. Gracias a estos flashbacks hacia su pasado vamos descubriendo su verdadera historia, vamos descubriendo todos los secretos que esconde. Y es que la vida de la protagonista, que parece sencilla en un principio, es más compleja de lo que aparenta.Hôzuki, la librería de Mitsuko es una novela sencilla, bonita y dolorosa a partes iguales. Una novela entretenida que se lee en un suspiro, una novela interesante. Pero tengo que reconocer que para mi se ha quedado corta, se ha quedado a medio gas, por decirlo de alguna forma. En ciertos momentos me resultó predecible, en ciertos momentos se me quedó corta, en ciertos momentos eché de menos un poco más de profundidad.
Entonces, ¿cuál es el fin de la filosofía? Preguntarse cómo vivir hasta la muerte, por qué hemos nacido en este mundo, sobre todo comprender qué significa el mundo. ~ Hôzuki, la librería de Mitsuko de Aki Shimazaki.Mitsuko tiene una librería y un hijo, Taro de siete años que es sordomudo. A lo largo de la historia conocemos detalles de esta pareja que se apoyan y se quieren hasta el infinito. Ellos viven con la mamá de Mitsuko que cuida de Taro cuando su madre tiene otros compromisos.Un día entra en la tienda la señora Sako con su hija de 4 años que hace muy buenas migas con Taro. Se entienden sin palabras y la señora Sako aprovecha esa afinidad para forzar más encuentros a los que Mitsuko es reacia pero no es capaz de declinar. Poco a poco se va desgranando la historia de los personajes con una ternura y una delicadeza que no te das ni cuenta.Un libro que se lee en un ratito y que merece la pena disfrutar. Preparad un té y adentraros en la librería porque no sonará un tilín tilín cuando entréis pero si lo escuchareis al cerrar el libro.
Mitsuko es una mujer fuerte e independiente. Es dueña de una librería de lance y tiene que cuidar a su hijo y a su madre. Su hijo,Tarô es sordomudo, y aunque a veces le cuesta socializar, sabe disfrutar de las pequeñas cosas. En la vida de Mitsuko hay algunos secretos, los cuales guarda con recelo. Un día, una mujer y su hija entran en la librería. Los niños congenian a la primera y comienzan una amistad. Mitsuko siente de repente, que esa amistad no es buena idea. No sabe porqué, pero poco a poco irá descubriendo que sus secretos pueden correr un gran peligro. Durante la historia podremos pasear por el pasado de Mitsuko y comprender por qué su vida ha sido tan dura, y todo lo que ha tenido que hacer para seguir adelante y proteger a su familia. Este libro, aunque corto, ha sabido transmitir grandes sentimientos y valores. Con una prosa sencilla y delicada, la autora nos lleva de viaje por la vida de la protagonista. Me encanta que Mitsuko se presente como una mujer capaz de todo por su hijo, sin necesidad de nadie más a su lado. El amor de una madre está representado de una manera preciosa en este libro. La trama es bastante sencilla, no existen grandes misterios ni pasan cosas impactantes, sin embargo, solamente con unos cuantos secretos por descubrir, estaremos pegados al libro constantemente. Otra cosa muy importante para mí de esta trama, es el amor por los animales, el cual Mitsuko ha sabido transmitir a su hijo y lo que hace que la historia sea aún más entrañable.
Es el primer libro de una autora japonesa que leo y me ha gustado bastante. Se trata de una novela corta, apenas 140 páginas, en la que conocemos a Mitsuko y a su hijo mestizo y sordomudo Tarô. Este libro habla de la maternidad, de la relación que se llega a tener con los hijos y de esas pequeñas mentiras que se dicen para no hacer daño. Con el personaje principal, Mitsuko, tengo sentimientos encontrados: me ha encantado su valentía a la hora de ser madre soltera y empresaria (dirige una librería de lance) y no seguir las convenciones sociales dictadas para las mujeres japonesas. Es una mujer con carácter, fuerza y valentía, que decide su propio camino y no ha permitido que la encorsetaran. Pero, su personalidad distante, demasiado serena y tosca no me ha agradado; de hecho, en algunos pasajes me ha parecido borde y antipática. Por el contrario, aparecen dos personajes femeninos muy simpáticos: la refinada señora Sato y su hija Hanako, que revolucionarán la vida de Mitsuko. Tarô y Hanako comienzan una amistad más allá de los prejuicios y de la diferencia de clases, lo que supondrá una relación entre Mitsuko y Kako Sato, que desembocará en el descubrimiento de secretos familiares y la compartición de confidencias y errores del pasado. El estilo de narrar de Aki Shimazaki es muy sencillo: frases y capítulos cortos, pero la historia es original y embauca. Felicito a la editorial por conservar algunas palabras japonesas en el texto traducido e incluir un glosario al final con su correspondiente definición. Me ha parecido una novela de suspense delicada, con un final tierno que recomiendo a los amantes de la cultura y el idioma japonés y a todos aquellos lectores que busquen algo ligero y emotivo. No os vais a arrepentir.