---

Me ha sorprendido un montón este libro. al ver el catálogo de novedades de Kakao Books me quedé eclipsada con «Los chicos del cementerio», libro que ya conocía de antes y que sabía que iba a caer sí o sí, y la verdad es que no presté mucha atención a Sasha Masha, menos mal que ese error ha sido enmendado (en especial gracias a la editorial).El libro está contado en primera persona, el protagonista es Alex o Sasha Masha depende del punto en que nos encontremos de la historia. Y, que yo recuerde, nunca me había pasado esto con un libro pero desde que empecé a conocerlo me ha dado mucha ternura, solo me apetecía meterme en el libro y darle un abrazo.El pobre muchacho tiene un cacao mental que no sabe ni quién es ni lo que siente, siempre ha estado con el piloto automático funcionando y no se conoce a sí mismo. Tampoco tiene con quién hablar de sus inquietudes porque teme que sea algo malo o que no esté bien visto, cuando su mejor (y única) amiga se cambia de ciudad ya acaban por rematarle.Le cuesta mucho encajar, así que finge ser lo que el resto quiere que sea, miedo al rechazo o inseguridad, también le pilla en una época difícil, en pleno instituto.Las reuniones y el chico de pelo azul le ayudarán a encontrar su camino, aunque en realidad Sasha Masha acaba saliendo a flote solo, pasando tiempo consigo mismo y conociéndose.El único pero que le pongo es que sea tan corto, en especial se me hizo un tanto precipitado el final.Me ha sorprendido mucho el estilo de la autora, es muy fresco y dinámico, conecta rápido con el lector y la complejidad está en eso: hacer que parezca simple. Creo que es muy acertado cómo está contado y esa ligereza en el estilo, es muy juvenil y creo que es una magnífica lectura para recomendar en institutos.Antes de terminar la reseña, me gustaría destacar la preciosa edición que se ha marcado la editorial. La portada es muy representativa de la historia, los encabezados de capítulo tienen una ilustración con un ropero y al principio y final hay dos ilustraciones de un espejo.