SONREÍ de oreja a oreja. Eso de que le lleven a uno el desayuno a la cama resulta agradable. Máxime si es servido por una belleza como Francesca. ¿Qué te parece, Mark? Zumo de naranja, pizca de anisette, dos dedos de ginebra y chorro de whisky Con hielo y en coctelera. Como tú me has enseñado. Eres un encanto. Voy a por lo mío. Francesca abandonó la habitació. La seguí con la mirada. Próximo a babear.