El general empezó a sonreÃr. SentÃa un ligero desprecio por aquel tipo que se enorgullecÃa cuando le llamaban tirano de Kalgalla. Su poder habÃa sido grande tiempo atrás, pero desde los últimos años su control sobre las ciudades y aldeas de Kalgalla se habÃa estado evaporando. Si no hubiese sido por la ayuda de Kholt y sus mercenarios habrÃa sido vencido por los rebeldes apenas hizo su aparición en los cielos de Kalgalla la brillante esfera del Orden Estelar.