En Las huellas del Imperio nos encontramos con una joven Alice Cooper recién salida de la academia naval del Orden Estelar no con el grado de alférez, como deseaba, sino con el más modesto de sargento, lo que le supone una frustración difÃcilmente superable puesto que la tradición familiar -su padre es un prestigioso oficial de la Armada- asà lo exigÃa.
No obstante, el coronel Cooper no se encuentra en condiciones de censurar la carrera militar de su hija; poco antes, cuando se encontraba al mando de una nave exploradora UNEX en las cercanÃas de la nebulosa Altear, habÃa sido atacado a traición por los nebulanos, al parecer un último vestigio del extinto Imperio Galáctico que, imbuidos por un fanatismo difÃcilmente explicable, consideran al Orden Estelar como su enemigo mortal. Aunque el coronel Cooper habÃa logrado salvar la nave, las heridas sufridas habÃan sido de tal magnitud que los médicos tan sólo habÃan logrado salvar su cerebro. Por fortuna el rescate de una antigua técnica imperial permitÃa la creación de un clon al que poder transferir su cerebro, pero serÃa un proceso bastante lento que llevarÃa, con toda probabilidad, años...(José Carlos Canalda)